12 de diciembre de 2010

Otro que no podía faltar.

Ella cerró los ojos y una lágrima rodó por su mejilla. Él se quedó mirándola confundido.. podía percibir el dolor y la tensión en el ambiente. Le preguntó el porqué de sus penas varias veces, pero ella sólo respondia "nada, no es importante" tragándose las ganas de gritarle que lloraba por él, por ese amor que era correspondido sólo con una simple amistad. El joven sólo accedió a abrazarla, y ella fundió su rostro en el cuello del muchacho, logrando sólo llorar más al sentirlo tan cómodamente cerca de su cuerpo, sabiendo que no le pertenecía de la manera que ella tanto deseaba.

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